Comercios presionados por la caída del consumo: diciembre llega con expectativas bajas y una batería de promociones

El comercio cierra uno de los años más difíciles de la última década, con un consumo que se debilitó mes a mes y un noviembre que varios sectores describen como el período más flojo en mucho tiempo. Los distintos rubros coinciden en que la actividad se sostuvo apenas en los primeros días de cada mes y luego se frenó por completo, dejando las expectativas concentradas en diciembre, aunque sin margen para esperar un repunte fuerte.

Supermercadistas, fabricantes de alimentos, representantes de bebidas, indumentaria y jugueterías reconstruyen un escenario similar: la demanda no reaccionó y la baja se mantuvo constante desde mitad de 2024. De hecho, desde las grandes cadenas señalaron que “no hay chances de que diciembre sea bueno”, aunque apuestan a campañas especiales para traccionar ventas durante las semanas previas a las Fiestas. Aun así, la expectativa es mínima.

El sector importador también sintió el impacto. No hubo trabas formales, pero muchas empresas recortaron compras externas de juguetes y textiles porque “no se vendía”, priorizando alimentos para sostener la rentabilidad. Para productos estacionales, como arbolitos o decoración navideña, las promociones se convirtieron en la herramienta principal para mover stock.

Desde una de las principales compañías alimenticias aseguraron que la producción, medida en volumen, superó levemente la campaña anterior, aunque remarcaron que el comportamiento del consumo recién se definirá en los días previos a las celebraciones, cuando históricamente se concentra la mayor parte de las operaciones.

En el rubro bebidas, el diagnóstico fue igual de negativo: la actividad siguió “muy floja”, sin señales de recuperación y con un final de año por debajo de lo previsto, reflejando la misma parálisis que atraviesa el resto del comercio.

Jugueterías: el impacto más severo

El sector del juguete atraviesa un momento crítico. Matías Furió, de la Cámara Argentina Industrial del Juguete, explicó que la caída acumulada ronda el 6% y que noviembre fue “el peor de la historia que se tenga memoria del juguete”. Según indicó, “las jugueterías no vendieron nada”, lo que dejó al rubro en una situación frágil. Para intentar revertirlo, lanzaron dos iniciativas: la Noche de las Jugueterías, programada para el jueves 11 de diciembre, y la Ruta de las Jugueterías, un mapa interactivo que reúne comercios adheridos con beneficios y rebajas hasta el 6 de enero. Durante esa noche especial, se otorgarán cupones con descuentos de hasta el 50%, promociones 2×1 y rebajas del 20% al 30% para compras de Reyes.

Furió subrayó que, pese a la crisis, diciembre debería mostrar un movimiento superior al de noviembre por la estacionalidad y la necesidad de comprar regalos, aunque el resultado dependerá de las cuotas bancarias. Hoy existen más de 3.000 jugueterías en el país, pero 300 cerraron en los últimos dos años, y muchos comerciantes migraron parte de sus ventas a plataformas digitales.

Indumentaria: empresas endeudadas y demanda en retroceso

La industria del vestir exhibe un deterioro similar. Claudio Drescher, titular de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria, sostuvo que noviembre fue “el peor mes que el sector vivió en muchos años”. Explicó que, aunque la situación institucional se estabilizó tras las elecciones, el consumo no se movió. Las empresas arrastran deudas con tasas del 45% al 50% y varias firmas grandes enfrentan compromisos difíciles de sostener.

Para diciembre, señaló que “los motores todavía no se encendieron”, pero que la necesidad de liquidez llevará a muchos comercios a priorizar el efectivo por encima del margen de ganancia, por lo que anticipó un mes con “mucha oferta y promociones visibles”. Según sus cálculos, las ventas de noviembre cayeron entre 20% y 25%.

Un diciembre con pocas ilusiones

Lo que se proyecta para las próximas semanas es un movimiento sostenido exclusivamente por la estacionalidad y las promociones agresivas. La falta de ingresos, el endeudamiento de las familias, la pérdida de empleo en algunas actividades y la ausencia de aumentos salariales relevantes marcan el pulso del consumo.

El comercio no espera un diciembre robusto: será un mes de remates, descuentos y liquidaciones, con el objetivo de generar caja y aprovechar la necesidad de los consumidores de comprar regalos, aunque sin perspectivas de un repunte real.

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