Finlandia y Estados Unidos avanzan hacia el sueño de Tesla: electricidad sin cables y a gran distancia
Investigadores de Finlandia y de Estados Unidos dieron pasos concretos hacia un objetivo que Nikola Tesla persiguió hace más de un siglo: la transmisión de energía eléctrica sin cables. Ambos equipos lograron avances inéditos que acercan la posibilidad de una red inalámbrica a gran escala.
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📲 Click AQUÍ En Finlandia, especialistas de la Universidad de Aalto desarrollaron un método para transferir energía de forma inalámbrica con una eficiencia superior al 80% a una distancia de 18 centímetros. El sistema funciona mediante antenas tipo loop y tiene una particularidad clave: permite mantener la transmisión incluso cuando el dispositivo receptor se mueve o cambia de orientación, resolviendo una de las limitaciones habituales de las tecnologías actuales.
Este avance, publicado en Nature, elimina la resistencia a la radiación en las antenas y reduce la pérdida de energía en el entorno, lo que abre la puerta a aplicaciones domésticas e industriales sin necesidad de contacto físico entre cargador y dispositivo.
En paralelo, la agencia DARPA de Estados Unidos logró una demostración aún más ambiciosa: envió 800 vatios de electricidad a través de un haz láser a lo largo de 8,6 kilómetros en el Campo de Pruebas de Misiles White Sands, en Nuevo México. El receptor utilizado —una esfera denominada PRAD— concentró el rayo, lo redirigió mediante un espejo parabólico y convirtió la luz en electricidad a través de células solares fotovoltaicas.
Ambos avances se inscriben en el marco de la Transmisión Inalámbrica de Energía (WPT), un campo estudiado desde hace décadas, pero que ahora empieza a mostrar resultados más contundentes. En Finlandia buscan extender el rango a metros y kilómetros, con la meta de alimentar hogares o incluso ciudades sin necesidad de tendidos eléctricos tradicionales.
Estas investigaciones reavivan la visión de Nikola Tesla, el inventor que dedicó su vida a intentar crear una red global de energía inalámbrica. Aunque sus ideas chocaron con intereses económicos de su época, su pensamiento sigue influyendo en desarrollos tecnológicos del presente. Tesla contaba que su fascinación por la electricidad comenzó en la infancia, cuando al acariciar a su gato durante una nevada vio surgir chispas desde su pelaje, una experiencia que marcó el inicio de su curiosidad científica.
Los avances actuales no garantizan una red mundial ni un sistema gratuito como el que imaginó Tesla, pero muestran que su intuición no estaba tan lejos de convertirse en realidad.
