Un disfraz que apeló a la identidad nicoleña y captó todas las miradas en la primera mega fiesta del Autódromo

La primera edición de la mega fiesta de disfraces en el Autódromo de San Nicolás dejó un abanico enorme de escenas, pero hubo una que destacó por su impacto simbólico dentro de la comunidad. Entre cientos de trajes llamativos, Manuel Passaglia sorprendió al presentarse encarnando a un personaje entrañable del paisaje urbano: “Papelito”, el histórico vendedor ambulante que marcó a varias generaciones con su simpatía y su canastita de cubanitos.
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📲 Click AQUÍ La recreación fue minuciosa. Passaglia ingresó con la canasta clásica, el gorrito característico y la chaquetilla repleta de auspiciantes, replicando incluso el estilo del popular vendedor. Entre los presentes se comentó que no faltó el conocido grito de “¡Lloren chicos, lloren!”, un sello que cualquiera que haya crecido en la ciudad reconoce al instante.
El homenaje no pasó desapercibido. La reacción fue inmediata y elogiada por quienes, al ver el disfraz, se sintieron identificados con una figura muy propia de San Nicolás. Esa conexión local hizo que la caracterización se posicionara como una de las más recordadas de la noche.
El evento cerró su primera edición con un abanico de disfraces, pero el de Passaglia quedó en la memoria colectiva por apelar al corazón de la cultura nicoleña.
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