¿Podría la inteligencia artificial ganar un Nobel antes de 2050?

En universidades y laboratorios de todo el mundo, científicos estudian si la inteligencia artificial (IA) podría recibir un premio Nobel antes de 2050. Las innovaciones recientes despertaron este interés, ya que los sistemas de IA demuestran cada vez mayor capacidad para analizar datos, diseñar experimentos y formular hipótesis originales.

El debate tomó fuerza en 2016, cuando Hiroaki Kitano, biólogo japonés y directivo de Sony AI, propuso el “Desafío Nobel Turing”: un reto para crear un sistema capaz de realizar descubrimientos a la altura de los científicos humanos, generando conocimiento nuevo de manera autónoma. Según las proyecciones, hacia 2050 podría existir una IA capaz de planificar experimentos, identificar problemas y producir resultados transformadores en su área de estudio.

Ross King, de la Universidad de Cambridge, señala que el progreso actual sugiere que una IA podría alcanzar este nivel incluso antes de lo previsto, mientras que Yolanda Gil, de la Universidad del Sur de California, advierte que el avance dependerá también de la financiación y de la redefinición de la autonomía de las máquinas. “Si mañana un programa gubernamental invirtiera 1.000 millones de dólares en investigación fundamental, creo que avanzaría mucho más rápido”, afirmó.

Bengt Nordén, químico y expresidente del Comité Nobel de Química, establece que cualquier candidato —humano o artificial— debe cumplir tres criterios: utilidad, impacto y capacidad para abrir nuevas comprensiones científicas. Hasta ahora, los premios Nobel han reconocido personas y equipos, no máquinas, lo que implica que otorgar el galardón a una IA requeriría cambios en los estatutos y protocolos.

En la última década, las IA han contribuido a avances significativos: desde descifrar lenguajes animales hasta predecir estructuras de proteínas con AlphaFold. Proyectos como “Coscientist”, de la Universidad Carnegie Mellon, combinan modelos de lenguaje con laboratorios robóticos para desarrollar y ejecutar experimentos químicos. Sin embargo, la creación de ideas completamente nuevas sigue siendo un desafío.

Aunque la IA avanza y asume tareas cada vez más complejas, recibir un Nobel depende de condiciones técnicas, éticas y filosóficas aún en evolución. La comunidad científica observa atentamente los próximos años, que serán clave para determinar si una máquina podrá competir con las mentes más brillantes de la humanidad y alcanzar uno de los reconocimientos más emblemáticos de la ciencia mundial.

LEER: Efemérides del 7 de diciembre: los hechos más destacados en Argentina y el mundo