Día Mundial del Alzheimer: avances en prevención, intervención y cuidado

El 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia, que provoca cambios progresivos en la memoria, el lenguaje y otras funciones cognitivas. Las primeras alteraciones cerebrales pueden aparecer hasta 20 años antes de los síntomas, especialmente en el hipocampo, la región clave para la formación de nuevas memorias.
¡Mantenete al tanto de las últimas noticias de San Nicolás y el país!
Unite a nuestro CANAL DE WHATSAPP y recibí las novedades directamente en tu teléfono.
📲 Click AQUÍ La magnitud del desafío
A medida que la población envejece, se estima que las personas con trastornos neurocognitivos pasarán de 57 millones en 2019 a 153 millones en 2050. Sin embargo, en países de altos ingresos la incidencia por edad disminuye, lo que resalta la importancia de estrategias de prevención efectivas.
El informe de la Comisión The Lancet sobre salud cerebral, difundido por el Hospital Británico de Buenos Aires, identifica 14 factores de riesgo modificables que podrían prevenir casi la mitad de los casos de trastornos neurocognitivos. A los 12 factores clásicos, como hipertensión, tabaquismo, diabetes o aislamiento social, se suman pérdida de visión no tratada y colesterol LDL alto.
Prevención y hábitos de vida saludable
La Dra. Florencia Deschle, neuróloga especializada en neurología cognitiva, destaca:
“Nunca es demasiado temprano ni demasiado tarde para reducir el riesgo de trastornos neurocognitivos. Los enfoques de prevención deben iniciarse desde una edad temprana y mantenerse a lo largo de la vida”.
Entre las medidas recomendadas:
- Educación y estimulación cognitiva: asegurar educación de calidad y fomentar actividades que desafíen la mente.
- Salud auditiva y visual: uso de audífonos y tratamiento de problemas de visión.
- Salud mental: tratar la depresión de manera efectiva.
- Prevención de lesiones cerebrales: usar casco en deportes y reducir impactos cerebrales.
- Actividad física: mantener ejercicio regular.
- Estilo de vida saludable: controlar hipertensión, colesterol y peso; reducir alcohol y tabaquismo.
- Entorno social: promover la participación comunitaria y evitar el aislamiento.
- Contaminación del aire: minimizar la exposición a contaminantes.
Intervención y cuidado tras el diagnóstico
El diagnóstico temprano permite gestionar y planificar la enfermedad, aunque la evaluación masiva no está justificada. Entre las estrategias de cuidado:
- Tratamientos farmacológicos: inhibidores de la colinesterasa y memantina enlentecen la progresión.
- Terapias modificadoras: anticuerpos como lecanemab y donanemab muestran eficacia limitada en etapas tempranas.
- Intervenciones no farmacológicas: programas interdisciplinarios mejoran calidad de vida y reducen la carga de cuidadores.
- Biomarcadores: ayudan a confirmar la enfermedad en casos seleccionados, pero no reemplazan la evaluación clínica completa.
La Dra. Viviana Cantarutti remarca:
“Los avances permiten mejorar los síntomas y preservar la calidad de vida. La detección temprana y hábitos saludables ofrecen una gran oportunidad para cuidar la salud cerebral”.
Factores de riesgo clave
Entre los principales factores de riesgo asociados: edad avanzada, sexo femenino, antecedentes familiares, episodios previos de depresión o traumatismos craneales, y factores vasculares como hipertensión, diabetes o colesterol elevado.
“Hasta un 40% de los casos de demencia podrían prevenirse atendiendo factores de riesgo modificables. Mantener hábitos saludables, estimulación cognitiva y acompañamiento familiar son fundamentales”, señala la Dra. Cantarutti.
Acompañamiento y redes de apoyo
El Alzheimer representa un gran desafío, pero con hábitos saludables, tratamientos adecuados y apoyo cercano, los pacientes y sus familias pueden transitar la enfermedad con mayor bienestar y dignidad, evitando que enfrenten este camino en soledad.
LEER: Doble jornada en el HCD: se aprobaron la ordenanza fiscal y tarifaria y el presupuesto 2026



