En pleno año electoral, Caputo busca reforzar la confianza con promesas de estabilidad y respaldo político

En un contexto de alta sensibilidad política, Caputo envía señales claras para calmar a un mercado argentino que sigue desconfiando. El titular del Palacio de Hacienda enfrenta cuestionamientos crecientes por parte de economistas y actores financieros que advierten sobre una supuesta mala praxis del Banco Central al desaprovechar el pico de liquidación agrícola del primer semestre para comprar divisas.

Ricardo Arriazu y Domingo Cavallo fueron los primeros en plantear críticas, seguidos por referentes del mundo financiero, como bancos de inversión de Wall Street. Todos coinciden en que faltó aprovechar la ventana de mayor ingreso de dólares.

“Esta vez es distinto”: el mensaje de Caputo a los empresarios

Frente a las críticas, el ministro de Economía redobló su discurso en el reciente congreso Somos Pymes, ante más de 3.000 empresarios. Les pidió que “cambien el chip” y abandonen la lógica de depender de subsidios estatales, como las tasas subsidiadas.

“Ahora es momento de invertir y competir”, afirmó Caputo, marcando un corte con prácticas históricas del empresariado nacional.

Aun así, en privado, el funcionario se muestra sorprendido de que inversores con los que compartió años en Wall Street no comprendan la lógica de su plan. Insiste en que la diferencia esta vez está en el respaldo político del presidente Javier Milei, quien sostiene una postura inflexible contra la “casta” y respalda la política de las tres anclas: fiscal, monetaria y cambiaria.

Expectativa por la inflación y datos clave del INDEC

El próximo 14 de julio, el INDEC publicará el dato oficial de inflación del mes y del primer semestre. Aunque consultoras privadas anticipan una leve suba, superior al 2%, Caputo minimiza el impacto y argumenta que la tendencia sigue siendo a la baja.

El objetivo del equipo económico es claro: lograr una inflación cercana a cero para mediados de 2026. Se trata de una meta ambiciosa que el propio presidente Milei defiende como una señal de éxito del plan económico en curso.

MSCI y FMI: sin avances, pero con gestos de respaldo

La firma MSCI, que clasifica mercados para fondos de inversión globales, no consideró cambios para la Argentina. No la movió del fondo del ranking de mercados poco atractivos para inversiones extranjeras.

En paralelo, el Fondo Monetario Internacional tampoco emitió señales claras. Se retiró en silencio tras la última revisión, aunque fuentes del organismo aseguraron a la agencia Noticias Argentinas que el diálogo con el país sigue abierto y en buenos términos.

“Continuamos trabajando y brindaremos más información a su debido tiempo”, indicaron desde el FMI.

Fondos globales y presión electoral

Fondos como BlackRock y Vanguard, que administran en conjunto más de 21 billones de dólares, mantienen su interés en el proceso económico argentino. Ya apoyaron a la gestión de Mauricio Macri y ahora, con mayor cautela, vuelven a observar el escenario local.

Sin embargo, antes de comprometer inversiones de largo plazo, quieren asegurarse de que la Argentina mantendrá su capacidad de pago.

“El Tesoro ya cuenta con los dólares necesarios para los próximos vencimientos”, aseguró Caputo.

Desde el Banco Central, el vicepresidente Vladimir Werning fue más enfático:

“No nos faltan reservas, sobran reservas”, afirmó.
También garantizó que no se utilizó ni un dólar del desembolso de USD 12.000 millones del FMI recibido en abril.

Rumores, desconfianza y un año electoral en juego

Pese a las declaraciones oficiales, el mercado sigue siendo escéptico. Persiste la idea de que el gobierno intervino selectivamente en el mercado cambiario para frenar especulaciones.

En ese contexto, desde el equipo económico aseguran que el acceso al crédito internacional vuelve a abrir una ventana de oportunidades. Mencionan como ejemplo la colocación del BONTE 2030, por USD 1.000 millones, como un paso firme en esa dirección.

También relativizan el incumplimiento de la meta de acumulación de reservas del FMI, al destacar que la diferencia fue de menos de USD 4.000 millones. Mientras tanto, el Gobierno espera un nuevo desembolso de USD 2.000 millones en julio.

Cerca de Caputo reconocen que se priorizó abrir parcialmente el cepo cambiario para que los argentinos pudieran acceder al dólar, un gesto que, en un año electoral, también tiene implicancias políticas: el oficialismo necesita reforzar su representación legislativa para avanzar en reformas estructurales, como la laboral, previsional y tributaria.

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