Cuatro alimentos clave bajaron de precio, pese al contexto inflacionario

En un contexto donde la suba de precios golpea el consumo, cuatro productos más baratos que hace un año sorprendieron en el último informe del INDEC. Según el relevamiento de mayo de 2025, algunos alimentos frescos y de alta rotación registraron caídas interanuales, desafiando la tendencia general de la inflación.

El caso más destacado es el de la cebolla, que bajó 34,9% en los últimos doce meses: pasó de $1.138,07 a $740,13 por kilo. Le sigue el tomate redondo, con una merma del 26,5% (de $3.750,92 a $2.758,44), y la lechuga, que cayó 11,9%, desde $3.430,29 a $3.020,43 por kilo. Por fuera del rubro verdulería, el arroz blanco se abarató 20,9%, ubicándose en $1.860,08 por kilo frente a los $2.351,11 del año pasado.

Qué explica estas bajas en medio de la inflación

De acuerdo con el INDEC, el rubro “Verduras y hortalizas” mostró una contracción del 9,6% interanual, frente a una inflación general del 43,8% entre mayo de 2024 y mayo de 2025. El fenómeno responde a factores estacionales, mejoras en las cosechas y una recomposición de la oferta, especialmente en productos sensibles como el arroz, donde el excedente de producción ayudó a bajar los precios.

Los productos más baratos se concentran en alimentos frescos, con fuerte sensibilidad a la estacionalidad y al clima, y que además tienen ciclos de producción relativamente rápidos. Sin embargo, su peso en el gasto total de los hogares es acotado, por lo que el alivio es limitado en términos de impacto general en el poder adquisitivo.

Productos que también bajaron en mayo

Si se toma únicamente el mes de mayo, 17 productos de consumo masivo registraron bajas, de acuerdo al informe oficial. El índice general de precios para la canasta de alimentos y bebidas subió apenas 0,5%, mientras que los productos estacionales retrocedieron 2,7% en promedio.

En ese escenario, las verduras lideraron las bajas mensuales, en contraste con el resto de los productos alimenticios que continuaron con aumentos considerables.

El contraste: alimentos con fuertes subas

Mientras algunos productos más baratos dieron cierto respiro, otros alimentos básicos subieron muy por encima del índice general de precios. Entre los aumentos más significativos interanuales se destacan:

• Café molido: +71,2% (de $6.508,50 a $11.140,52 los 500 g).
• Limón: +69,3% (de $804,16 a $1.361,36 por kilo).
• Asado: +68,6% (de $6.506,47 a $10.971,63 por kilo).
• Queso sardo: +63,3% (de $15.436,43 a $20.669,92 por kilo).
• Cerveza: +46% (de $2.265,18 a $3.308,13 por litro).

Este comportamiento dispar de los precios refleja una economía aún en transición, donde algunos sectores logran estabilizar costos mientras otros siguen presionados por variables como logística, energía y tipo de cambio.

Inflación, ancla política del Gobierno

Desde su asunción, la administración de Javier Milei ha definido como objetivo central la desaceleración de la inflación. Según fuentes del equipo económico, este eje ordena la toma de decisiones, incluso por encima de la acumulación de reservas.

“No vinimos acá para comprar reservas. Vinimos a bajar impuestos y a bajar la inflación”, dijo recientemente Felipe Núñez, asesor cercano al ministro Luis Caputo.

Mientras los datos muestran señales mixtas, el Gobierno busca consolidar una nueva etapa de estabilidad de precios, en la que ciertos productos más baratos pueden marcar una tendencia positiva si logran sostenerse en el tiempo.

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