La Mesa de Enlace expresó su rechazo a los cambios que el Gobierno impulsa en el INTA
La Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA) transmitió su preocupación por los cambios que el Gobierno analiza para el INTA, durante una reunión que mantuvo el 3 de junio con el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Sergio Iraeta. El encuentro tuvo lugar en medio de crecientes versiones sobre una inminente reforma del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, que incluiría recortes de personal, modificaciones en su conducción y la pérdida de autonomía financiera.
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Del encuentro participaron los titulares de las principales entidades del agro: Carlos Castagnani (CRA), Lucas Magnano (Coninagro), Andrea Sarnari (FAA) y Eloisa Frederking (SRA). También estuvieron presentes el presidente del INTA, Nicolás Bronzovich, la vicepresidenta María “Pilu” Giraudo, y el jefe de Gabinete del área agrícola, Martín Fernández.
Las tres alertas de la Mesa de Enlace
Durante la reunión, los representantes del agro remarcaron su oposición a modificar pilares clave del organismo. En particular, advirtieron sobre los riesgos de afectar la autarquía financiera y administrativa, cambiar el modelo de gobernanza con participación del sector privado, y alterar la estructura territorial que incluye estaciones experimentales y agencias de extensión en todo el país.
“Los productores quieren y necesitan un organismo eficiente, con amplia territorialidad y que promueva el desarrollo agropecuario en todo el país”, señalaron en un comunicado conjunto tras el encuentro.
Reforma en marcha y rumores de ajuste
Entre los puntos más sensibles, la Mesa de Enlace puso el foco en el posible recorte de 1500 puestos de trabajo, sobre una dotación actual de 6000 empleados. También se baraja la reducción de 10 a 8 miembros en el Consejo Directivo, y una eventual transferencia de facultades al Ministerio de Economía que implicaría la pérdida de independencia financiera.
En simultáneo, trascendió la posibilidad de cerrar o fusionar unidades del INTA en distintas regiones, como parte de una estrategia para reducir costos y redefinir funciones dentro del plan de reorganización estatal que impulsa el presidente Javier Milei.
Una estructura que cubre todo el país
El INTA cuenta actualmente con 53 estaciones experimentales, 6 centros de investigación y unas 258 agencias de extensión rural. Su presupuesto ronda los 230.000 millones de pesos anuales, financiado en parte por el 0,45% del valor CIF de las importaciones.
En mayo, la CEEA ya había mantenido un encuentro con Iraeta, donde se les informó sobre el avance de un decreto presidencial para modificar la estructura interna del organismo. Si bien se descartó la fusión con el INTI, se anticiparon cambios que serán evaluados por el Consejo Directivo.
Movilización de trabajadores y estado de alerta
Mientras las entidades rurales plantean sus objeciones, los trabajadores del INTA también activaron protestas. El 2 de junio se realizó una nueva Asamblea Virtual de Consejos Locales Asesores, con participación de técnicos, representantes de la Mesa Agroalimentaria y personal del organismo. Se definió allí sumarse a movilizaciones junto a Conicet, INTI y el Hospital Garrahan, y visibilizar la situación en distintas provincias.
A su vez, el Consejo Directivo del INTA se mantiene en estado de alerta. Algunos de sus integrantes alertaron que las decisiones estarían siendo tomadas de manera unilateral, sin un proceso adecuado de diálogo. Por eso, la Mesa de Enlace buscará abrir canales institucionales con Federico Sturzenegger y Luis Caputo, ministros clave en el rediseño del Estado.
Designaciones confirmadas y otras pendientes
El Gobierno, en paralelo, designó nuevas autoridades en áreas clave del Instituto: Gustavo Abaurrea (Coordinación Operativa), Claudio Vinograd (Administración) y Jorgelina Traut (Comunicación). Quedan por definir cargos estratégicos como la Secretaría de Coordinación Técnica, Recursos Humanos y Sistemas de Información.
“Las formas y el cómo es en lo que se debe trabajar”, sostuvo el presidente de la SRA, Nicolás Pino, quien reconoció que existe un plan estratégico vigente desde 2015, que ahora deberá ser actualizado por el Consejo Directivo.
Las entidades agropecuarias insisten en que cualquier cambio estructural debe surgir del diálogo con todos los actores involucrados, para preservar el rol clave que el INTA cumple en la investigación y el desarrollo agropecuario del país.
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