El Gobierno prorrogó la emergencia energética hasta julio de 2026 y apuntó contra la “herencia recibida”

A través del Decreto 370/2025, el Gobierno nacional resolvió prorrogar hasta el 9 de julio de 2026 la emergencia en el Sector Energético Nacional, que incluye la generación, transporte y distribución de energía eléctrica y de gas natural bajo jurisdicción federal. La disposición fue publicada este lunes en el Boletín Oficial y se fundamenta en que persisten las condiciones de fragilidad estructural del sistema.

¡Mantenete al tanto de las últimas noticias de San Nicolás y el país!. Unite a nuestro CANAL DE WHATSAPP y recibí las novedades directamente en tu teléfono. Click AQUÍ

“Persisten aún las circunstancias que motivaron los decretos previos”, señala el texto oficial, que también afirma que la administración actual recibió una “herencia institucional, económica y social gravísima”. En ese marco, se considera imprescindible continuar con medidas excepcionales para garantizar la continuidad y sustentabilidad del servicio.

Puntos clave de la prórroga:

• La medida busca evitar riesgos para el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), como la pérdida de previsibilidad financiera, el incremento de deuda de las distribuidoras y el incumplimiento de contratos con generadores.
• Se destaca la necesidad de finalizar obras e implementar reformas para modernizar el parque generador, ampliar la capacidad de transporte y mejorar la distribución eléctrica.
• También se plantea alcanzar una mayor cobertura del costo de abastecimiento de gas, manteniendo los subsidios solo para quienes realmente los necesitan.
• El decreto prorroga la intervención de los entes reguladores ENRE y ENARGAS, hasta que se conforme el nuevo Ente Nacional Regulador del Gas y la Electricidad.
• Se extiende el llamado “Período de Transición hacia Subsidios Energéticos Focalizados”, con el objetivo de pasar de un esquema generalizado a uno más preciso, que actualmente abarca casi 10 millones de hogares.

El Gobierno reafirma así su decisión de avanzar en una reestructuración profunda del sistema energético, señalando como origen de la crisis actual la “falta de señales de mercado”, la “debilidad institucional” y los problemas históricos en la infraestructura.