Francisco mantuvo su tradicional visita de Jueves Santo a una cárcel, en medio de su recuperación médica
El Papa visitó la prisión romana de Regina Coeli y se reunió con 70 internos, en un gesto que repite desde el inicio de su pontificado
A pesar de continuar en proceso de recuperación tras una prolongada internación por una neumonía bilateral, el papa Francisco visitó este jueves la cárcel de Regina Coeli en Roma con motivo del Jueves Santo. El pontífice, de 88 años, llegó a las 15.00 horas locales, sin sotana blanca y en automóvil, en una aparición no confirmada previamente por la Santa Sede debido a su estado de salud.
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Francisco fue recibido por la directora de la penitenciaría, Claudia Clementi, y luego sostuvo un encuentro con alrededor de 70 personas privadas de su libertad, según informó el Vaticano. Esta cita es parte de una costumbre que el pontífice mantiene desde su elección en 2013: dedicar las tardes del Jueves Santo a visitar cárceles o centros de asistencia para personas vulnerables. Solo interrumpió esa tradición en los años de pandemia, 2020 y 2021.
Un recorrido que se repite con significado
Francisco ya había visitado Regina Coeli en 2018. En otros años, estuvo en la prisión de menores de Casal del Marmo (2013 y 2023), en un centro de ancianos en Casalotti (2014), en la cárcel de Rebbibia (2015), en el centro de refugiados de Castelnuovo di Porto (2016), en la prisión de Paliano (2017), en la de Velletri (2019), en Civitavecchia (2022) y en el módulo femenino de Rebbibia (2024).
Este jueves, si bien no participó de la misa Crismal en la Basílica de San Pedro —ceremonia que abre el Triduo Pascual—, optó por mantener su visita a los detenidos, conmemorando así la Última Cena de Jesús.
Retorno paulatino a la actividad
Desde que fue dado de alta el 23 de marzo tras 38 días en el hospital Gemelli, Francisco ha retomado algunas actividades de manera gradual. Este miércoles, recibió por primera vez en una audiencia privada a un grupo numeroso: el personal del hospital donde estuvo internado.
Además, ha hecho apariciones espontáneas al final de algunas misas, como el Domingo de Ramos, y ha sido visto en visitas privadas a la Basílica de San Pedro y Santa María la Mayor, sin previo aviso. En estas salidas recientes, ya no llevaba los tubos nasales para oxígeno, y fuentes vaticanas aseguran que su dependencia de la terapia disminuye progresivamente.
Delegación de ritos y continuidad simbólica
Debido a su estado de salud, el Papa ha delegado en cardenales varias celebraciones de la Semana Santa, como el Vía Crucis de este viernes, que será presidido por el cardenal Baldassare Reina. Sin embargo, los textos y reflexiones de la ceremonia fueron redactados por él mismo.
Se espera que realice algunas otras apariciones durante el fin de semana pascual, consolidando así su retorno gradual a las tareas del pontificado.
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