Tapia apareció en Estados Unidos y reactivó el vínculo político que había quedado en tensión tras la cancelación del viaje de Milei

Claudio “Chiqui” Tapia viajó a Estados Unidos y fue parte de un encuentro reservado en Mar-a-Lago, la residencia de Donald Trump, apenas unas horas después del sorteo del Mundial 2026. Su presencia tomó un marcado tinte político por las reuniones que mantuvo con funcionarios y empresarios norteamericanos, en un momento en el que la relación bilateral había quedado resentida por la suspensión del viaje de Javier Milei a Washington.

De acuerdo con información que manejan fuentes consultadas por la Agencia Noticias Argentinas, Tapia ocupó un espacio que desde la diplomacia estadounidense se interpretó como vacío: la ausencia del Presidente generó ruido y el titular de la AFA apareció como interlocutor institucional capaz de restablecer contactos.

Durante la cena organizada en Mar-a-Lago, Tapia dialogó extensamente con Félix Lasarte, asesor de la Comisión de Inteligencia del Presidente. De esa conversación surgió una propuesta concreta: una invitación para que el dirigente argentino se reúna con Donald Trump en la Casa Blanca antes del inicio de la Copa del Mundo.

En Washington, la presencia de Tapia se leyó como un gesto oportuno frente a la tensión con la Casa Rosada. Mientras el titular de la AFA mantenía esos contactos en Estados Unidos, el Gobierno intensificaba sus cuestionamientos hacia la conducción de la entidad, y figuras cercanas al oficialismo apuntaban incluso a la relación entre Lionel Messi y Tapia. La propia ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, había sugerido días atrás que el capitán argentino “se corra del medio”.

La secuencia dejó expuesta una doble escena: por un lado, la AFA reforzando lazos con funcionarios de peso en Estados Unidos; por el otro, el Ejecutivo nacional endureciendo su discurso hacia la dirigencia del fútbol argentino.

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