CGT: el nuevo triunvirato busca consolidar una unidad “real” para negociar la reforma laboral

Tras la elección de su nuevo triunvirato de conducción, la Confederación General del Trabajo (CGT) se propone avanzar hacia una unidad efectiva que le permita fortalecer su posición ante el debate por la reforma laboral. Con Jorge Sola, Octavio Arguello y Cristian Jerónimo al frente, la central inició el diseño de una agenda legislativa propia, pensada como un instrumento de defensa frente a la avanzada oficial.

A 48 horas del congreso realizado en el estadio Obras Sanitarias, el objetivo principal dentro del movimiento obrero es traducir la unidad formal en una unidad de acción. “Se logró una lista única, pero ahora tenemos que trabajar internamente bajo la autocrítica para materializar la unidad real, que no está todavía”, reconoció un dirigente del sector transporte, históricamente crítico en temas vinculados a la modernización del trabajo.

Desde el nuevo triunvirato sostienen que la convivencia quedó garantizada más allá de los reclamos de gremios como UTA, La Fraternidad y Gastronómicos, que pretendían regresar a la conducción unipersonal. “Este triunvirato muestra la amplitud y la renovación generacional: está Sola, del Sindicato del Seguro, por la rama de servicios; Jerónimo, del Vidrio, por la industria, y Arguello, de Camioneros, por el transporte”, explicó una fuente sindical cercana a la cúpula.

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Rechazo a los retrocesos laborales

En la nueva etapa, la CGT apunta a construir un frente común de resistencia ante cualquier iniciativa que implique pérdida de derechos. “Nos vamos a plantar ante cualquier cuestión que signifique un retroceso, como el aumento de la jornada laboral, y vamos a responder a la altura de la CGT”, advirtió Cristian Jerónimo, uno de los flamantes cosecretarios generales.

Los gremios observan con preocupación las declaraciones del Gobierno nacional sobre una posible ampliación de la jornada laboral, mientras en otros países se debate su reducción. También cuestionan la falta de diálogo formal y de proyectos concretos, señalando que hasta el momento solo hay “títulos mediáticos y desorientación”.

Desde la conducción aclaran, no obstante, que mantener derechos no significa negarse a discutir: los convenios colectivos pueden actualizarse siempre que exista un “debate racional y serio”. “La CGT entiende que hay muchas cuestiones del mundo del trabajo que deben modernizarse, pero pedimos seriedad en los planteos; hasta ahora, durante el gobierno de Javier Milei, solo hubo pérdida de puestos de trabajo y recesión”, remarcaron allegados a la nueva cúpula sindical.

Con este panorama, la central obrera busca fortalecer su papel político y sindical, apostando a una unidad que trascienda las diferencias internas y le permita negociar desde una posición sólida los temas que marcarán el futuro del trabajo en la Argentina.

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