La Generación Z en EE. UU. deja de soñar con Silicon Valley y se vuelca al sector sanitario

Un cambio significativo se registra en el panorama laboral juvenil de Estados Unidos: los jóvenes graduados muestran un marcado desinterés por las grandes tecnológicas y un creciente interés por trabajar en hospitales y servicios de asistencia sanitaria, en parte motivados por la irrupción de la inteligencia artificial.

Según estudios de la National Society of High School Scholars (NSHSS) y Network Trends, tres de cada cuatro jóvenes estadounidenses prefieren empleos en el ámbito hospitalario antes que en compañías como Google, Amazon o Apple. Esta tendencia refleja un cambio de prioridades, donde la estabilidad, el sentido del trabajo y la seguridad profesional pesan más que la reputación corporativa o los altos salarios.

La caída del atractivo de Silicon Valley se explica por la incertidumbre generada por la automatización y la inteligencia artificial, que amenaza incluso a ingenieros altamente capacitados. A esto se suman recientes despidos masivos en el sector, que han erosionado la percepción de estabilidad laboral. Por ejemplo, Google descendió del cuarto al séptimo lugar entre las empresas más deseadas por los jóvenes entre 2022 y 2024.

El estudio revela que el 76% de los encuestados prioriza la estabilidad profesional, mientras que la mitad muestra preocupación por el “burnout” y ambientes laborales tóxicos. La búsqueda de un equilibrio entre vida personal y profesional, junto con un trabajo que aporte un impacto social tangible, explica la preferencia creciente por empleos en salud.

El sector sanitario ofrece empleos menos vulnerables a la automatización, que requieren habilidades humanas difíciles de replicar por inteligencia artificial, como la empatía, la atención personalizada y la interacción directa con pacientes.

Esta tendencia no se limita a Estados Unidos. En España, por ejemplo, la Fundación CYD reporta un aumento de matrículas en carreras de salud y servicios sociales entre 2018 y 2024, impulsado por el envejecimiento poblacional y la necesidad de renovar plantillas en sectores críticos.

La conclusión es clara: la nueva generación busca seguridad, propósito y relevancia social en su trabajo, dejando atrás la promesa tecnológica de Silicon Valley y encontrando en la asistencia sanitaria un camino más estable y significativo para su futuro profesional.

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