Detectan que persisten los restos tóxicos de la ex planta Atanor en el arroyo Yaguarón
Un análisis del Conicet y la Autoridad del Agua comprobó que persisten agrotóxicos y metales pesados en la zona industrial cerrada, con riesgo de filtración hacia el Paraná y el acuífero Puelche.
A casi tres meses del cierre definitivo de la planta de Atanor en San Nicolás, una investigación del Centro de Investigaciones del Medio Ambiente (CIMA-Conicet) y la Autoridad del Agua (ADA) reveló que la contaminación en el arroyo Yaguarón no se detuvo. El informe, publicado en octubre de 2025, detectó plaguicidas prohibidos y compuestos tóxicos persistentes en el agua y el subsuelo del área donde operó la fábrica durante décadas.
¡Mantenete al tanto de las últimas noticias de San Nicolás y el país!
Unite a nuestro CANAL DE WHATSAPP y recibí las novedades directamente en tu teléfono.
📲 Click AQUÍ Los estudios de laboratorio realizados en muestras tomadas cerca de la laguna El Saco confirmaron la presencia de organoclorados, químicos que están fuera de uso por ley debido a su alta toxicidad y permanencia ambiental. Los resultados fueron consistentes con los residuos encontrados años atrás en los pozos de extracción utilizados por Atanor, lo que refuerza la hipótesis de una contaminación estructural que se mantiene activa.
Riesgo sobre fuentes de agua y reclamo ambiental
El documento advierte que el arroyo Yaguarón se conecta directamente con el acuífero Puelche, un recurso de donde se extrae agua para consumo humano. Esta relación natural de intercambio hídrico provoca que los contaminantes migren entre el subsuelo y el curso superficial, extendiendo su alcance hasta el río Paraná.
Según la especialista Agostina Rossi Serra, de Greenpeace Argentina, “se detectaron agrotóxicos prohibidos hace décadas por su peligrosidad y por su permanencia en el ambiente”, una situación que, explicó, “confirma una contaminación profunda del sistema fluvial del Paraná”.
El abogado Fabián Maggi, referente del Foro Medio Ambiental San Nicolás (Fomea), sostuvo que “la clausura de la planta no significó el fin del problema, porque los desechos quedaron en el terreno y siguen filtrándose en el agua”. Recordó además que tanto el Paraná como el acuífero son fuentes directas de abastecimiento para la comunidad nicoleña.
En su momento, la ADA había comprobado vertidos clandestinos de efluentes industriales hacia la barranca del río, con presencia de arsénico, plomo, cromo, glifosato, atrazina, metolacloro y clorpirifos, este último prohibido por orden judicial.
Aunque Atanor anunció que planea reconvertir el predio en un centro logístico, las organizaciones ambientales reclaman una remediación urgente y completa, advirtiendo que, sin una limpieza profunda del suelo y del agua, los contaminantes seguirán activos por años en el ecosistema local.
LEER: Efemérides del 3 de diciembre: los hechos y aniversarios más relevantes de esta fecha
