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El FMI reclama un esquema creíble y previsible tras la crisis de julio

El Gobierno argentino intenta aplicar una política monetaria acorde al FMI, basada en el control de los agregados monetarios y sin anclas nominales como el dólar o la tasa de interés. Sin embargo, el intento sufrió un revés en julio, tras el accidentado final de las Letras de Estabilización Financiera (LEFI) y una suba del dólar del 13,6% en el mes.

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Para contener la reacción del mercado, el equipo económico —liderado por Luis Caputo y Santiago Bausili— recurrió a subas de tasas e intervenciones en futuros de dólar, pero con impacto limitado. Posteriormente, el Banco Central dejó de intervenir, permitiendo mayor volatilidad cambiaria.

Estas medidas incrementaron la incertidumbre y pusieron en duda la sostenibilidad del esquema, según advirtieron analistas privados y el propio Fondo Monetario Internacional.

El esquema de agregados y la reacción de los mercados

El nuevo régimen monetario busca administrar la economía desde la cantidad de dinero en circulación, alejándose del manejo directo de tasas o del tipo de cambio. Esta estrategia, inspirada en recomendaciones del FMI, aún no logró anclar expectativas ni estabilizar los precios de los activos.

Un análisis de la administradora MegaQM explicó que, si el tipo de cambio toca el techo de la banda, el BCRA debería vender dólares para absorber pesos, provocando una suba en las tasas y una baja del tipo de cambio. Pero en julio, las tasas se dispararon sin que el dólar alcanzara ese techo, generando una señal de desconfianza.

“La tasa de interés real se encuentra en niveles elevados, incluso cuando el tipo de cambio está cerca del techo de la banda —en torno a $1.450 por dólar—, lo que revela una contradicción en el esquema”, señala MegaQM.

Contradicciones entre tasas y tipo de cambio

En condiciones normales, una mayor cercanía al techo cambiario debería implicar menor necesidad de tasas altas, porque se presupone que el Gobierno lo defenderá. Sin embargo, las tasas siguen elevadas y los inversores continúan dolarizando carteras, lo que indica falta de confianza en la capacidad oficial para sostener el esquema.

Los títulos en pesos rinden tanto como si el dólar ya hubiera superado las bandas, según un gráfico de la consultora Outlier, lo que implica que el mercado percibe riesgo de ruptura del techo cambiario.

“El salto en las tasas no frenó la dolarización de carteras, lo que refleja la preferencia por cobertura ante la incertidumbre”, agregaron Juan Manuel Truffa y Gabriel Caamaño, economistas de Outlier. Para ellos, la política monetaria no resulta clara ni consistente con los compromisos del programa ni con los estándares internacionales.

La posición del FMI: hoja de ruta y comunicación

En su último staff report, el FMI reiteró su recomendación de avanzar hacia una política monetaria clara y previsible, abandonando definitivamente la fijación del tipo de cambio y las tasas.

“El fortalecimiento de la hoja de ruta monetaria y de la comunicación oficial es esencial para garantizar el anclaje de las expectativas”, remarcó el organismo.

En la misma línea, la consultora Econviews, dirigida por Miguel Kiguel, señaló que la suba del dólar en julio puso a prueba la robustez del programa, pero también puede representar un punto de partida saludable si se acumulan reservas y se mantiene la competitividad.

Meses decisivos para la confianza y la estabilidad

Econviews advirtió que, para sostener el programa, será fundamental recalibrar la política monetaria y asegurar respaldo político. Si el Gobierno mantiene la estabilidad y logra un buen desempeño electoral, la confianza podría fortalecerse. De lo contrario, la incertidumbre volverá a prevalecer.

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