El aumento de tasas y la brecha salarial impactan en los pagos de préstamos y tarjetas
La morosidad en tarjetas de crédito y préstamos personales ya supera el 5% y continúa en aumento, según datos oficiales y análisis de expertos financieros. Este incremento se produce en un contexto de tasas de interés elevadas y salarios que no acompañan el ritmo del crédito al consumo.
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📲 Click AQUÍ Tasas y costos financieros elevados
Actualmente, las tasas nominales anuales para financiar saldos impagos con tarjetas rondan entre 76% y 90%. Con impuestos y gastos administrativos, el costo financiero total (CFT) supera ampliamente el 100%. En préstamos personales, un crédito a cuatro años puede implicar un CFT de más del 140%, incluso para quienes tienen buen historial crediticio.
El agregado de IVA e Ingresos Brutos aumenta aún más la carga para los hogares, convirtiendo cada punto adicional de tasa en un impacto directo sobre el presupuesto familiar.
Efecto “bola de nieve”
La combinación de tasas altas, inflación persistente y salarios rezagados genera un escenario complejo: quienes pagan solo el mínimo de la tarjeta enfrentan el riesgo de que la deuda se multiplique y se prolongue por años. Con intereses que duplican o triplican el capital original, el endeudamiento se transforma en una bola de nieve difícil de frenar.
Diferencias según perfil financiero
No todos los clientes enfrentan el mismo nivel de riesgo. Los que tienen ingresos estables y buen historial crediticio acceden a condiciones más favorables, mientras que quienes presentan atrasos o salarios inestables sufren el mayor impacto.
El aumento de la morosidad refleja la fragilidad de los ingresos reales: más de la mitad de la población bancarizada depende de créditos cada vez más caros para sostener el consumo.
Perspectivas para los próximos meses
Las proyecciones privadas anticipan que la morosidad seguirá creciendo durante el resto del año, en paralelo con la estrategia del Gobierno de mantener tasas altas para contener al dólar. El principal desafío para los hogares será administrar sus deudas en un contexto donde endeudarse ya no es una alternativa accesible, sino un riesgo creciente.
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