Senadores nacionales percibirán más de $9,5 millones brutos mensuales tras nuevo ajuste salarial
Con la reciente actualización paritaria para empleados del Congreso, los sueldos de los senadores volverán a incrementarse desde el mes próximo. Debido a que desde 2023 sus dietas están vinculadas a los aumentos de los trabajadores legislativos, los legisladores nacionales pasarán a cobrar más de $9.500.000 brutos mensuales.
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La suba responde a un ajuste del 1,3% retroactivo a marzo, que se repetirá con la misma proporción para abril y mayo. La paritaria fue firmada por los titulares de ambas cámaras, Martín Menem y Victoria Villarruel.
Un esquema aprobado en secreto y vigente desde abril de 2024
El nuevo sistema salarial fue aprobado en abril pasado en el recinto sin debate público y en consenso entre oficialismo y oposición. A partir de entonces, las dietas se componen de 2.500 módulos (como los que cobran los empleados del Congreso), más 1.000 por representación y 500 por desarraigo, lo que sumado al nuevo valor del módulo —$2.376,04— da como resultado el nuevo monto bruto.
El adicional por desarraigo lo reciben casi todos los senadores, con solo cuatro excepciones. Además, los legisladores sumaron en abril una dieta extra para compensar el aguinaldo. La única que optó por no adherir a este mecanismo fue Alicia Kirchner, quien prefirió seguir percibiendo su jubilación.
Congelamientos temporales y pases de factura políticos
Durante el segundo semestre de 2024, el Senado congeló sus dietas hasta el 31 de diciembre, y luego la responsabilidad fue delegada a Villarruel, quien extendió la medida hasta el 31 de marzo. En ese entonces, la vicepresidenta aseguró que no tomaría más decisiones unilaterales sobre el tema.
El malestar dentro del bloque kirchnerista quedó expuesto el 17 de mayo, cuando el espacio anunció que no intervendrá más en las decisiones sobre dietas. “Nos hartaron. Que hagan lo que quieran”, expresó un legislador cercano a José Mayans, jefe del interbloque.
Otro dirigente del sector afirmó: “Nos cansamos de los que hablan de más y luego se borran… Espero no se dé vuelta nadie, como con Ficha Limpia”.
Gremios, internas administrativas y una renuncia aún no oficializada
Mientras los sindicatos como APL, que conduce Norberto Di Próspero, se mostraron pasivos, fueron los propios legisladores los que elevaron pedidos a Menem y Villarruel en nombre del personal legislativo. Este tipo de maniobras, según observadores, se repite en distintas gestiones, sin distinción partidaria.
En este contexto, la situación del secretario administrativo Emilio Viramonte Olmos es incierta. Aunque trascendió que presentó su renuncia, no fue oficializada, lo que podría derivar en un escándalo institucional. Villarruel prometió restituirle funciones que su antecesora, María Laura Izzo, sí desempeñaba con plena autonomía, pero aún no cumplió con ello.
En tanto, Villarruel sostiene un juego de poder interno, desplazando a algunos sectores y favoreciendo a otros con cargos y estructuras nuevas, mientras que Menem se mantiene al margen, en una Cámara baja caracterizada por la opacidad en la publicación de resoluciones.
La suba salarial de los senadores se da en un contexto económico adverso, donde buena parte de la ciudadanía enfrenta dificultades y donde la transparencia institucional sigue siendo una deuda pendiente en el Congreso nacional.
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