La candidatura de Cristina Kirchner en la provincia agita la interna peronista y reaviva el conflicto Massa–Grabois
La postulación de Cristina Kirchner como candidata a legisladora bonaerense por la Tercera Sección Electoral no solo marcó su repliegue a la provincia, sino que también dinamitó el equilibrio interno del peronismo, generando el escenario propicio para que se reabra la puja entre Sergio Massa y Juan Grabois, esta vez sin las PASO como mecanismo de contención.
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El anuncio de la expresidenta fue la señal que esperaban referentes del espacio, como Axel Kicillof, para activar el movimiento electoral. Su decisión precipitó una reunión postergada con el gobernador bonaerense, con quien no hablaba desde hacía meses.
Juan Grabois también aguardaba la jugada de Cristina Kirchner para definir el rumbo del Frente Patria Grande. Con la certeza de que la expresidenta no competirá a nivel nacional, el dirigente confirmó que se presentará como candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires.
“No voy a ir a la lista de otro, pase lo que pase”, afirmó Grabois, quien también anticipó que Ofelia Fernández encabezará una lista propia como candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires.
Para Grabois, la diversidad dentro del peronismo debe expresarse en listas diferenciadas, argumentando que la pretendida unidad “no existe”:
“La unidad no existe. Porque unidad es este jarrón al que unos pibes lo tiraron, lo rompieron todo. ¿Y me van a venir con una cosa pegada con poxipol a decirme que esa es la unidad? Adentro no hay nada”, graficó.
En el entorno de Grabois sospechan que Massa podría encabezar la lista de diputados nacionales de Unión por la Patria, en un eventual acuerdo con Cristina Kirchner y La Cámpora. El antecedente de las PASO de 2023 —donde Massa venció con el apoyo del aparato pero Grabois se consolidó como una figura con peso propio— tensa aún más la relación entre ambos.
En paralelo, intendentes del Frente Renovador propusieron que Massa sea candidato, aunque existen divergencias: algunos lo prefieren como cabeza de lista a diputados nacionales, mientras que otros jefes comunales de la Primera Sección proponen que encabece la lista de senadores provinciales, estrategia que imitaría el movimiento de Cristina Kirchner, focalizando la fuerza de cada figura donde tiene mayor arrastre.
La decisión final de Massa —que sigue escuchando opiniones— se conocería antes del congreso del Frente Renovador, previsto para la primera semana de julio. No obstante, el plazo formal de inscripción vence el 19 de ese mes.
“Sergio Massa también tiene que ser candidato. No sé qué va a hacer, pero sé que va a estar a disposición”, declaró la diputada Cecilia Moreau, elevando la presión interna.
El problema central es que, sin PASO, no hay un cauce institucional para dirimir las internas. Así, crece el riesgo de una fractura electoral que podría debilitar al peronismo en su principal bastión: la provincia de Buenos Aires.
Javier y Karina Milei, aliados con el PRO, se perfilan como los grandes beneficiados de una eventual división, con la posibilidad de consolidar una alternativa competitiva en el distrito más importante del país.
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