Ariel García Furfaro apuntó a un ex colaborador por el fentanilo contaminado: “pudo haber sido sabotaje”
El abogado y empresario presentó un escrito en la causa que investiga la muerte de 34 pacientes por el uso de fentanilo adulterado. Denunció presiones, amenazas y extorsión, y señaló al ex diputado Andrés Quinteros como responsable de maniobras encubiertas.
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Una inesperada presentación judicial agitó la causa que investiga la contaminación del fentanilo utilizado en hospitales de Buenos Aires, CABA y Santa Fe. Ariel García Furfaro, dueño de HLB Pharma y abogado, rompió el silencio y se presentó por escrito ante el juez federal Ernesto Kreplak. El empresario, vinculado a la producción del lote 31202 –señalado por ANMAT como origen de la contaminación bacteriana que derivó en al menos 34 muertes– acusó a un ex colaborador cercano, Andrés Quinteros, de posibles acciones de sabotaje.
“Lo hago en base a una sospecha fundada de que parte o todo de lo ocurrido pudo tener que ver con el accionar de una persona inescrupulosa”, expresó en un tramo del documento judicial de once páginas. En él relata cómo conoció a Quinteros y cómo, con el paso del tiempo, fue ganando poder dentro del laboratorio, hasta ocupar un rol central en temas de seguridad, almacenamiento y contrataciones.
Señalamientos por extorsión y pérdida de grabaciones
En su testimonio, García sostuvo que tras la salida de Quinteros de la empresa se detectaron “faltantes de grabaciones de las cámaras de seguridad” y apuntó: “Asumo que fue para cubrir alguna maniobra que él prefería que permaneciera oculta”. Aseguró también que un empleado denunció que Quinteros le ofreció dinero a cambio de morfina robada, y que fue ese hecho el que terminó por quebrar el vínculo laboral entre ambos.
Además, el empresario afirmó haberlo denunciado por extorsión en febrero pasado. Según sus declaraciones, una ex trabajadora le contó que Quinteros estaba ofreciendo dinero a otros ex empleados para que presentaran denuncias falsas de abuso e irregularidades ante ANMAT, con el objetivo de perjudicar la imagen del laboratorio.
Sospechas sobre el brote en el Hospital Italiano
García puso también en duda la velocidad con la que se identificó la bacteria en el Hospital Italiano de La Plata, primer lugar donde se detectó el brote. Apuntó contra un infectólogo del hospital (cuya identidad no fue revelada) por presuntos vínculos con Quinteros, en actividades políticas relacionadas con Florencio Randazzo. Aseguró que se aportaron fotos de ambos al expediente judicial.
Si bien no presentó pruebas concluyentes, consideró que la difusión pública del hallazgo bacteriano habría sido utilizada con fines políticos o mediáticos. “La compra de 10.000 unidades del lote contaminado por parte del Hospital Italiano fue inusual”, agregó, sugiriendo que el caso podría haber sido preparado para facilitar su repercusión pública.
Un pasado con documentos que lo vinculan
Pese a que Quinteros negó en diálogo con Infobae cualquier relación laboral con HLB Pharma, documentación oficial contradice esa versión. El abogado de García, Gastón Marano, presentó una disposición del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), emitida el 8 de mayo de 2025, en la que Quinteros figura como “jefe de productos regulados” de HLB Pharma Group y responsable de una partida de alcohol etílico. Esa muestra fue reportada como consumida cuando debió ser entregada a las autoridades, motivo por el cual el INV impuso una multa a la empresa.
En ese mismo escrito, el propio García, como apoderado, afirmó que la empresa asumiría la sanción, aunque Quinteros ya no trabajaba allí.
De la Sputnik V al nuevo presidente
HLB Pharma había gestionado la posible distribución de 50 millones de dosis de la vacuna Sputnik V, aunque finalmente el contrato quedó en manos del Estado nacional bajo la gestión de Alberto Fernández. En esos trámites, Quinteros aparecía también como apoderado de la empresa, junto con García Furfaro.
Desde el 28 de marzo de este año, la firma tiene nueva conducción. Sebastián Nanini, abogado vinculado al PJ bonaerense, adquirió el 99% de la empresa y asumió como presidente. Nanini también representa legalmente a Norma Calismonte, ex esposa de Lázaro Báez.
La investigación por el fentanilo contaminado continúa su curso, mientras el testimonio de García Furfaro abre nuevas hipótesis sobre responsabilidades y motivaciones políticas.
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