Silencio del kirchnerismo ante polémica designación de Villarruel en el Senado

La reciente designación de Juan Manuel Gestoso Presas como subdirector general de Control de Auditoría y Control de Gestión del Senado por parte de Victoria Villarruel generó un fuerte revuelo político, especialmente por su pasado ligado a un caso vinculado con la destrucción de documentación en el Hospital Militar de Salta. Sin embargo, el kirchnerismo mantuvo un llamativo silencio frente a este hecho.
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La única voz disidente dentro del bloque del peronismo fue la de la senadora salteña Nora del Valle Giménez, quien desde su cuenta en X expresó su “total repudio”. En su mensaje, y en calidad de presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del PJ y ex presa política, advirtió:
“Considero imprescindible alertar y condenar esta designación, que implica un reconocimiento y reivindicación a quienes cometieron delitos y obstaculizaron la búsqueda de la verdad sobre lo ocurrido durante la dictadura.”
Ninguna de las principales figuras del interbloque peronista, como José Mayans, Juliana Di Tullio, Eduardo “Wado” De Pedro, Anabel Fernández Sagasti o Mariano Recalde, emitió declaraciones hasta el momento, lo que contrasta con la histórica defensa de los derechos humanos del espacio.
La designación de Gestoso Presas llega en medio de una disputa entre Villarruel y el interbloque peronista por el control de comisiones y se suma a una serie de nombramientos de la vicepresidenta que despertaron controversia.
Gestoso Presas fue investigado por su rol en la destrucción de dos libros de registros del Hospital Militar de Salta, donde se asentaban nacimientos entre los años ’70 y ’90. Aunque los fiscales consideraron que los hechos estaban ligados a delitos de lesa humanidad, en 2014 el Tribunal Oral Federal de Salta lo sobreseyó por prescripción de la acción penal.
El episodio salió a la luz luego de que el capitán Silvio Manino, a quien se le encomendó la quema de los libros, decidiera ocultarlos y luego entregarlos al Ministerio de Defensa, que en ese momento encabezaba Nilda Garré. La denuncia derivó en el pase a retiro de los involucrados.
Gestoso Presas era entonces jefe de la Compañía de Inteligencia 5, y su nombramiento reactiva las críticas a Villarruel por rodearse de colaboradores ligados al ámbito de inteligencia, como es el caso de Claudio Gallardo, ex hombre de confianza de César Milani.
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