Por qué los enchufes eléctricos tipo A tienen agujeros: historia, utilidad y diferencias regionales

Aunque suelen pasar desapercibidos, los pequeños agujeros en las clavijas planas de algunos enchufes tienen funciones prácticas clave que van más allá de la estética.
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Un diseño centenario con fundamentos técnicos
Los enchufes tipo A, comunes en Estados Unidos, Canadá, México y Japón, presentan en sus terminales planas dos pequeños agujeros cercanos a la punta, un detalle que muchas personas desconocen. Este diseño tiene su origen en 1904, cuando el inventor Harvey Hubbell II patentó el primer conector desmontable. La idea permitía conectar y desconectar aparatos eléctricos sin modificar la instalación fija, facilitando el acceso a la electricidad en hogares y comercios.
El modelo original incluía muescas que luego evolucionaron en los orificios redondos actuales, conservando su propósito funcional.
¿Para qué sirven los agujeros en los enchufes?
1. Mejora de la fijación y seguridad
En muchas tomas de corriente, existen mecanismos que encajan en los orificios para mantener el enchufe firme, lo que reduce la posibilidad de que se desconecte accidentalmente al mover el cable o el dispositivo.
2. Apoyo en la fabricación
Durante el ensamblaje del enchufe, estos agujeros permiten sujetar las partes metálicas sin dañarlas, facilitando la inserción del cuerpo plástico del conector sin deformaciones.
3. Incorporación de mecanismos de bloqueo
En ambientes donde se necesita restringir el uso de ciertos dispositivos, los agujeros pueden utilizarse para insertar trabas o pequeños candados, impidiendo el acceso no autorizado.
4. Uso en etiquetas o advertencias
Algunos fabricantes aprovechan estos espacios para incluir mensajes informativos o de seguridad sobre el uso del enchufe.
5. Aplicaciones específicas
En ciertas instalaciones eléctricas, los agujeros pueden facilitar una conexión directa a sistemas especiales, aunque estas prácticas no son habituales en el ámbito doméstico y requieren asistencia técnica.
Distintas normas, distintos enchufes
En Argentina no se utiliza el enchufe tipo A. El modelo estándar es el tipo I, con tres terminales en forma angular, en línea con la infraestructura eléctrica del país, que funciona a 220 voltios y 50 hercios.
En contraste, América del Norte opera con 120 voltios a 60 hercios, razón por la cual se estandarizaron los enchufes tipo A y B.
Esta falta de un estándar global obliga a los viajeros a usar adaptadores o transformadores si desean conectar sus dispositivos en otros países, ya que ignorar las especificaciones eléctricas locales puede provocar fallos o riesgos para la seguridad.
Los agujeros en los enchufes tipo A tienen funciones muy concretas que siguen siendo relevantes más de un siglo después de su invención. Su diseño no solo refleja una evolución tecnológica, sino también la búsqueda constante de mayor seguridad, eficiencia y practicidad en el uso diario de la electricidad.
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