Murió Hugo “El Loco” Gatti: leyenda del arco argentino y creador de la emblemática atajada “la de Dios”
Tenía 80 años y marcó una era en Boca, River y la Selección. También fue récord de partidos en Primera y de penales atajados.

Hugo Orlando Gatti, apodado “El Loco”, falleció este domingo a los 80 años, dejando una huella imborrable en la historia del fútbol argentino. Exarquero de River, Boca, Atlanta, Gimnasia y Unión, fue además parte del seleccionado nacional y se convirtió en una figura icónica del arco gracias a su estilo irreverente y su famosa atajada conocida como “la de Dios”.
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Una complicación de salud tras una operación
Gatti se encontraba en España, donde residía desde hace años y trabajaba como panelista en programas deportivos. Hacía pocas semanas había sido operado de la cadera tras sufrir una caída mientras paseaba a su perro. La intervención derivó en complicaciones: un virus ingresó por la herida y le provocó un cuadro respiratorio agudo que terminó siendo fatal.

Una vida marcada por récords y éxitos
“El Loco” fue dueño de dos marcas históricas en el fútbol argentino:
- Mayor cantidad de partidos jugados en Primera División: 765 encuentros.
- Mayor número de penales atajados: 26, récord compartido con Ubaldo Fillol.
Su carrera comenzó en Atlanta en 1962, pasó por River Plate, Gimnasia y Esgrima La Plata, Unión de Santa Fe, y tuvo su época dorada en Boca Juniors, donde jugó 417 partidos entre 1976 y 1988.
Con el club xeneize ganó:
- Metropolitano 1976 y 1981
- Nacional 1976
- Copas Libertadores 1977 y 1978
- Copa Intercontinental 1977, venciendo al Borussia Monchengladbach de Alemania.
Inventor de una jugada memorable y figura de la Selección
Gatti creó una forma temeraria de achicar en el mano a mano: “la de Dios”, que consistía en salir de rodillas, con el pecho al frente y los brazos abiertos. Esa jugada definió su estilo audaz y provocador.
A nivel internacional, jugó 18 partidos con la Selección Argentina, integró el plantel en el Mundial de Inglaterra 1966 (aunque no sumó minutos) y participó en la Copa América de 1975.
Un personaje fuera de las canchas
En 2020, había superado un cuadro grave de COVID-19, y tras su recuperación ironizó:
“Me han matado en todos lados, pero yerba mala nunca muere”.
En los últimos meses, Gatti también había enfrentado un profundo dolor personal tras la muerte de su esposa, Nacha Nodar, a mediados de 2024.
La figura de Hugo Gatti trasciende los números. Fue un símbolo del fútbol espectáculo, del riesgo bajo los tres palos, y de una pasión desbordante que no se apagó con su retiro. Su partida deja un vacío en el deporte argentino y un recuerdo eterno en la memoria popular.
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