Gerardo Werthein toma medidas de ajuste en Cancillería y servicio exterior

El reciente nombramiento de Gerardo Werthein como ministro de Relaciones Exteriores y Culto viene acompañado de una misión compleja: aplicar la “motosierra” en el Palacio San Martín, tal como lo plantea el presidente Javier Milei para el ámbito diplomático. La asunción de Werthein se perfila con un plan enfocado en la reducción de salarios y jubilaciones en el servicio exterior, así como en la revisión de la estructura de embajadas y consulados.

Un funcionario cercano a la presidencia explicó a la agencia Noticias Argentinas que estas medidas están en proceso de análisis y se implementarán mediante decretos y legislación. “La idea es que los sueldos tengan las escalas de la Administración Central y terminar con las jubilaciones de privilegios”, indicó el vocero.

La instrucción dada a Werthein por el presidente incluye una revisión de la fórmula salarial fijada por la ONU, que vincula los ingresos de los diplomáticos con el costo de vida en cada país. Este cambio apunta a reducir la escala de remuneración en la esfera diplomática. Asimismo, se plantea una modificación de la ley 22.731, que estipula que el haber jubilatorio debe representar el 85% del salario de mayor jerarquía obtenido en la carrera, punto que genera fricciones con el personal de carrera.

Además, la gestión de Werthein prevé un análisis profundo de la red de consulados y embajadas para evaluar posibles unificaciones. En el entorno presidencial temen que una presencia diplomática menor pueda alejar a Argentina de ciertos posicionamientos internacionales defendidos por la administración de Milei, y por ello se busca auditar la planta de diplomáticos. Esta auditoría permitiría reducir personal y, según expresaron fuentes de Casa Rosada, se considera probable que “la mitad del cuerpo diplomático actual presente la renuncia”. En ese sentido, enfatizaron: “Son empleados del Presidente y a él responden, deberían entenderlo”.

Con esta reestructuración, el gobierno busca realinear la política exterior y concretar el recorte en el servicio diplomático, en consonancia con los lineamientos de austeridad promovidos por la gestión actual.