La AFIP y el conflicto en la recaudación: ¿Una reacción inevitable?
En el ámbito de la recaudación fiscal, la reciente disolución de la AFIP por decreto y la creación del nuevo organismo ARCA ha suscitado reacciones inmediatas y previsibles. La Unión del Personal Superior de la Administración Federal de Ingresos Públicos (UPSAFIP), liderada por Julio Estévez (h), ha decidido llevar la situación a la justicia, denunciando lo que consideran un abuso de poder por parte de la administración de Javier Milei, que socavaría derechos adquiridos.
Julio Estévez, un referente de las 62 Organizaciones Peronistas, ha manifestado que la judicialización del caso es inminente ante la decisión abrupta del gobierno. En una entrevista, explicó que la AFIP fue creada mediante un decreto de necesidad y urgencia durante la presidencia de Carlos Menem, en un contexto de crisis que le otorgó facultades extraordinarias.
Es interesante notar que el actual gobierno, que busca emular las políticas de la década del ’90, está optando por una estructura de recaudación similar a la de Onganía y los militares, como lo ha señalado Estévez. “Antes de Menem estaba la DGI, dirección general impositiva, que hacía poco y nada; con la creación de la AFIP, todo cambió. Obviamente, la gente no nos adora, pero somos necesarios. Sin nosotros, no hay educación pública, ni salud pública, ni seguridad”, afirmó.
La justificación oficial para estos cambios no se basa en la supuesta ineficiencia de la agencia, sino en los salarios de los empleados y en la existencia de “noquis” que, según el gobierno, se habrían incorporado durante la era kirchnerista. Estévez defendió la calidad del personal en la AFIP, destacando que todos los que ingresaron cumplieron con los requisitos de ingreso y muchos son estudiantes avanzados o graduados.
Esta descalificación del personal pone en riesgo no solo la experiencia acumulada, sino también el funcionamiento del Estado. “La AFIP no está sobrecargada de personal. En 1997 teníamos 20.600 agentes, y ahora somos 21.500, con un incremento exponencial en el número de contribuyentes”, agregó Estévez.
El sindicalista también advirtió sobre los posibles motivos detrás de la ofensiva contra la AFIP, sugiriendo que se busca beneficiar a grandes grupos evasores. “No se entiende cómo se puede desguazar la AFIP si no hay una sobrecarga de personal. Si Milei quiere echar a un empleado, iremos a la justicia por la estabilidad del 14 bis”, subrayó.
Este contexto tenso ha llevado a situaciones dramáticas, como el reciente intento de suicidio de un empleado de la AFIP, quien dejó una carta que mencionaba “depresión” y problemas “laborales”. La presión constante y el acoso por parte de sectores que deslegitiman a la agencia han generado un clima insostenible.
Así, mientras la AFIP se enfrenta a la embestida de un gobierno que cuestiona su relevancia, el trasfondo del conflicto revela tensiones profundas entre la necesidad de recaudación y las acciones políticas que amenazan la estabilidad de sus trabajadores.
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