Milei declara el fracaso de la Ley Ómnibus como una estrategia para exponer a la clase política corrupta

El presidente Javier Milei no titubea al atribuirse la responsabilidad del fracaso de la Ley Ómnibus en la Cámara de Diputados, afirmando que fue una decisión calculada para exponer la verdadera naturaleza de aquellos que ocupan cargos políticos. Desde Roma, mientras aguarda su audiencia con el papa Francisco, Milei denuncia a los diputados que, según él, han traicionado los principios de la libertad y el cambio genuino en favor de sus propios intereses.
Enérgicamente, Milei apunta hacia quienes considera “estafadores” que engañan al pueblo y están inmersos en la política para enriquecerse ilícitamente. Considera el revés legislativo como una revelación que no afecta el panorama a corto plazo, pero que destaca las diferencias ideológicas a largo plazo. Para él, la solidez de la política fiscal ha impedido que los bonos sufran un impacto significativo, a pesar de los disturbios provocados por algunos diputados y gobernadores.
La retórica de Milei se torna más incisiva al desacreditar el llamado a consensos, acusándolo de encubrir prácticas corruptas. Rechaza categóricamente comprometer su programa económico, subrayando su determinación en alcanzar el déficit cero, sanear el Banco Central y promover la liberalización del mercado cambiario.
Además, Milei insinúa una posible alianza con el PRO, destacando un entendimiento natural que se ha gestado desde la ley del 22 de octubre. Sin embargo, niega cualquier influencia por parte del ex presidente Mauricio Macri en asuntos de gobierno, calificando tales especulaciones como producto de la prensa.
En otro frente, Milei revela planes para la ANSES, mencionando la existencia de cuatro candidatos técnicos para la dirección ejecutiva. En cuanto al ministro del Interior, Guillermo Francos, despeja los rumores de su posible renuncia, asegurando que su posición en el gobierno es firme como una estatua.
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