Asamblea abierta previa al juicio por el caso “El Villazo”
El viernes pasado, en la histórica sede local de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), se llevó a cabo una asamblea abierta en preparación para el juicio del caso “El Villazo”, cuya fecha de inicio está programada para el 13 de noviembre. La Mesa Memoria Verdad y Justicia organizó este encuentro en el que participaron diversas fuerzas que se sienten directamente involucradas en este importante acontecimiento histórico y desean ser parte del reclamo por la justicia.
Oscar “Pacho” Juárez, uno de los querellantes, expresó: “Nos sentimos respaldados como querellantes, ya que la querida Unión Obrera Metalúrgica está con nosotros, junto a miembros del sindicato docente Amsafe, compañeros del espacio Memoria Verdad y Justicia. Nos estamos preparando para el inicio de este juicio, el cual el Poder Judicial nos ha negado durante tantos años. Esta dilación en el proceso ha llevado a que muchos compañeros, como Alberto Piccinini, ya no estén con nosotros”.
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Durante la asamblea, los querellantes reafirmaron su postura de que el juicio debe realizarse en Villa Constitución, donde ocurrieron los crímenes de lesa humanidad. Actualmente, el Tribunal Oral ha decidido que el juicio se lleve a cabo en Rosario, lo que suscita preocupación entre el grupo, ya que la demora ha tenido un efecto de impunidad biológica. Además de los querellantes fallecidos, muchos de los acusados ya son de avanzada edad y es poco probable que cumplan condena en prisión. Roxana Palacios, hija de Julio Palacios, asesinado durante la brutal represión conocida como “Serpiente Roja”, recordó el trágico episodio y destacó la importancia de que se cuente la verdad y se juzgue a los responsables.
Con 48 años de espera por la justicia, Roxana expresó: “Nosotros estamos detrás de esa verdad, no importa cuánto tiempo haya pasado, no importa que más de la mitad de los querellantes hayan fallecido. No voy a recuperar a mi padre, ni nuestra historia, pero necesitamos que se cuente la verdad tal como fue. Nuestros derechos fueron violados, pisoteados, nunca fuimos escuchados ni protegidos. Después de 48 años, recién ahora sentimos que la historia se está revelando como realmente fue. Mi padre era una víctima, un trabajador humilde, un obrero que ayudaba a sus compañeros y sus familias pescando y vendiendo pescado. Estoy aquí por la verdad”.
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