El logro de España como campeón del Mundial Femenino de Fútbol 2023 quedará marcado no solo por su victoria en el campo de juego, sino también por los inesperados sucesos que rodearon su camino hacia el título. La entrega de medallas y un beso controversial han generado debates y reflexiones sobre la igualdad de género en el deporte.
En septiembre del año pasado, quince jugadoras del equipo español enviaron un contundente mensaje a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) a través de 15 correos electrónicos. Expresaron su deseo de no ser convocadas si no se producían cambios en la dirección del equipo. A pesar de estas renuncias en masa, la RFEF optó por mantener al entrenador Jorge Vilda y filtró la carta privada a la prensa, presentando a las jugadoras como caprichosas y desestabilizadoras.
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Este escándalo de renuncias desató una serie de eventos que llevaron a España a enfrentar el Mundial Femenino con una plantilla parcialmente renovada. A pesar de las críticas y los juicios, algunas jugadoras regresaron al equipo en búsqueda de su sueño de jugar un Mundial.
La victoria de España en el Mundial 2023 sorprendió a muchos, pero no fue el único aspecto que llamó la atención. Durante la ceremonia de entrega de medallas, un video viralizado mostró un beso rápido entre el Presidente de la Federación y una de las jugadoras. Este incidente dejó al descubierto la desigualdad y el acoso que a menudo enfrentan las mujeres en el fútbol.
Las reacciones fueron inmediatas y diversas. Expertas deportivas y periodistas analizaron el beso y su contexto. Se debatió sobre el consentimiento y la imagen de un dirigente en una posición de poder besando a una jugadora. Jenny Hermoso, la jugadora involucrada, confirmó la ausencia de consentimiento.
La federación salió a pedir disculpas, alegando una relación de amistad entre Hermoso y el presidente, pero el daño ya estaba hecho. A medida que el repudio crecía, se viralizaron declaraciones de Hermoso en donde se la mostraba apoyando al presidente. Sin embargo, posteriormente se reveló que estas declaraciones habían sido falsificadas, generando aún más controversia.
La situación despertó un cuestionamiento profundo sobre la igualdad de género en el fútbol y la percepción de poder en las relaciones entre dirigentes y jugadoras. El escándalo puso en tela de juicio la dirección de la Federación y su trato hacia las futbolistas profesionales.
En medio de estos acontecimientos, el triunfo de España en el Mundial quedó en segundo plano. La prensa se centró en los incidentes y la controversia, resaltando la necesidad de abordar el problema de género en el deporte y en la sociedad en general.
Ahora, la atención se centra en el futuro de Luis Rubiales, el presidente de la Federación. La presión pública y las denuncias presentadas podrían llevar a su renuncia. La situación actual pone de manifiesto la importancia de abordar el sexismo y la desigualdad en el mundo del deporte, y cómo estos problemas pueden afectar incluso los momentos más gloriosos y celebrados.
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